Portada del libro “Estudios sobre la Fobia en Lacan”

La Biblioteca de Orientación Lacaniana tiene el gusto de presentar el libro Estudios sobre la fobia en Lacan. Publicado por la editorial Xoroi Edicions, donde participan los siguientes autores del campo psicoanalítico: Patricio Álvarez, Juan Pundik, Gerardo Battista, Jonathan Rotstein, Juan Citlaltemoc, Susana Schaer, Lucia D’Ángelo, Graciela Sobral, Irene Domínguez, Nieves Soria, Fabián Fajnwaks, Silvia Elena Tendlarz, Ana Lía Gana, Kepa Torrealdai, Mario Ízcovich, Mónica Unterberger, Fernando Martín Aduriz, Carlos Varela, Ariel Pernicone, Raúl A. Yafar. Compilación a cargo de Jonathan Rotstein.

¿Puede negarse el estatuto neurótico de la fobia y, a la vez, sostener en forma plena los desarrollos del ultimísimo Lacan? Que la remisión de la angustia venga a cancelar la fobia no parece ya tan seguro, al menos si tenemos en cuenta la perspectiva según me la cual el síntoma, y por intensión la estructura, conforman un nudo. Problematizar lo que se entiende por fobia, y hacerlo sin recurrir a ideas preconcebidas sobre los empujes y avances que el mismo Lacan fue decantando en su enseñanza, será empresa del lector y estudioso que se acerque hasta estas páginas donde podrá palpar, de modo directo, las diferentes lecturas que los veinte autores aquí reunidos han escrito alrededor de muchas de las aristas que en la fobia hacen acto de presencia.

Lecturas sobre la fobia que, sin embargo, no deben ser entendidas como la superación de unas sobre otras en el pensamiento de Lacan sino, más bien, como una topología propia que la fobia delinea en la enseñanza misma de Lacan.

Problematizar, entonces, y comprobar que, pese a todo, la fobia aún no ha entregado sus misterios.

Contaremos con la presencia de los autores:

Graciela Sobral, psicoanalista, miembro de la ELP y de la AMP

Mónica Unterberger, psicoanalista, miembro de la ELP y de la AMP.

Juan Pundik, psicoanalista, miembro de la ELP y de la AMP. Fundador y presidente de Filium.

Jonathan Rotstein, psicoanalista, socio de la Sede de Granada y compilador del libro.

Coordina: Jesús Rubio Campuzano, miembro de la comisión de la BOL, socio de la Sede Madrid.

Comisión responsable: Andel Balseiro, Roberto Benegas, Eloísa Cano, Paula Fuentes, Eloísa García Laynez, Estrella Garrido, Marjorie Gutiérrez, Julieta Miguélez, Denisse Nadeau, José Alberto Raymondi (director), Jesús Rubio, Alejandro Tolosa, Clara Urbano. Actividad presencial en la Sede

Día del encuentro, de izquierda a derecha: Mónica Unterberger, Juan Pundik, Graciela Sobral, Jesús Rubio y Jonathan Rotstein.

Jesús Rubio

Socio de la Sede de Madrid de la ELP

Buenas tardes a todas y a todos.

Quisiera agradecer a la BOLM y a su director, José Alberto Raymondi, el esfuerzo que han hecho para presentar este libro, Estudios sobre la fobia en Lacan, en la Escuela, en la sede de Madrid.

Es una tarde alegre, volvemos a estar en una actividad presencial de la biblioteca y me produce gran alegría moderar esta mesa. ¿Qué puedo decir de los ponentes?

Han sido mis maestros, me une una gran admiración y amistad con ellos, y son parte de los autores de este interesante libro. También nos acompaña, en el día de hoy, Jonathan Rotstein, amigo, compañero de estudios, con el que compartí tardes de tétrada y los inicios de Punto de fuga junto con Graciela Sobral.

De este libro me ha sorprendido el desarrollo que hace y los ejes tratados, dado que la fobia no es un tema muy elaborado en el círculo psicoanalítico. Es un libro atrevido con trabajos teóricos, desarrollos clínicos, donde se piensa la fobia incluso desde una perspectiva nodal, y me agradó enormemente la parte biográfica, donde se cuenta la historia de Herbert Graf, quien descubre al leer a Freud coincidencias familiares y de su infancia, decidiendo escribir al psicoanalista para tener un encuentro con él.

Un recorrido desde la enseñanza de Freud, pasando por el Lacan del seminario 4, la relación de objeto, deseo de la madre, metáfora paterna… O cómo Juanito, el pequeño Hans, construye, inventa, ante ese real que irrumpe en su cuerpo, y emerge la fobia como síntoma y solución de dicha irrupción.

Tengo una serie de cuestiones, que me gustaría, posteriormente, podamos dialogar sobre ellas. 

Sin más les paso la palabra a los ponentes, ellos son Graciela Sobral, Mónica Unterberger y Juan Pundik. Son psicoanalistas en Madrid, miembros de la ELP y la AMP. Cuando desees Graciela.

Juan Pundik, el día de la presentación

Juan Pundik

Miembro de la ELP y AMP

Agradezco a Jonathan Rotstein haber incluido mi trabajo en esta recopilación, a los organizadores por haberme invitado a hacer uso de la palabra y a vosotros por vuestra presencia.

Voy a justificar una de las características de mi texto, incluido en este volumen, dedicado a las fobias, que presentamos hoy.

Por nuestras edades nos encontramos en esta mesa representadas tres generaciones de analistas. Mónica Unterberger y yo, los más antiguos, Graciela Sobral la generación siguiente, Jonathan Rotstein y Jesus Rubio, la generación más joven y entre los presentes, además, seguramente también está representada la próxima generación de analistas.

Acabo de cumplir 87 años con 55 de práctica psicoanalítica y de enseñanza del psicoanálisis, a la que me sigo dedicando diariamente a más de 60 años de comenzado mi primer análisis en 1963. Mis análisis y mi formación fueron lógicamente los de la IPA. Mi formación en la orientación lacaniana no comenzó hasta 1995, con muchas resistencias por mi parte. El caso que incluye esta recopilación es de 1998-2000. No comencé mi análisis con Jacques-Alain Miller hasta 1998. En el caso que han incluido en estos Estudios se notan las características de un analista recién iniciándose en la orientación lacaniana.

En Argentina, el faro mundial del psicoanálisis, era habitual recibir pacientes que querían comenzar un psicoanálisis. En España, los demandantes de un psicoanálisis son los menos. Los más vienen por su malestar y por sus síntomas molestos y cuando consideran que los han resuelto suelen dar por terminada su relación con el analista. No hay entrada en análisis. Ese fue el caso del consultante de mi texto. A veces los consultantes incluso vienen traídos por sus padres o parejas y son necesarios algunos artificios para que se sientan sujetos responsables y asuman su demanda. Afortunadamente han sido muchos los consultantes que he tenido que consiguieron establecer su transferencia y pudieron así entrar y continuar con sus análisis. Muchos de ellos son hoy psicoanalistas y miembros de la ELP, algunos de los cuales están hoy presentes, de lo cual me enorgullezco.

Los de nuestra generación hemos entrado al campo freudiano por el significante. Incluso Miller, en esas épocas, iniciaba sus intervenciones por el significante. Os invito a visitar en Google el video de la Conferencia previa a las terceras jornadas del Campo Freudiano en Andalucía, en Granada en 1989, en las que estuve presente, titulada Del saber inconsciente a la causa freudiana, en la cual Miller comienza su conferencia explicando las formaciones del inconsciente, dando como ejemplo un acto fallido suyo que había tenido viniendo en avión desde París a Granada.

Muchos consultantes nos llegan con diagnósticos médicos, escolares o familiares que debemos ayudarles a superar para abordar nuestra práctica del caso por caso.

Nosotros solíamos comenzar nuestras lecturas con una versión incompleta de los Escritos que publicó Siglo XXI en 1973 con el título de Lectura estructuralista de Freud, con trabajos de ese pionero que fue Oscar Masotta y con una primera versión del Seminario 11 editada por Barral en 1977.

Ahora, en cambio, prácticamente ya entráis al psicoanálisis por el goce, por lo real, por el sinthome y por el Seminario 23. Pero no así vuestros consultantes, de los cuales la mayoría llegan por sus síntomas y su malestar. Debemos entonces tener presente que, metafóricamente hablando, para llegar al piso 20 de un edificio debéis comenzar por la planta baja y subir uno a uno los pisos siguientes. No se puede entrar directamente al piso 20. En La tercera Lacan les pide a sus alumnos: ”Haced como yo. No me imitéis”. Ese fue su mensaje a los jóvenes psicoanalistas. En la recopilación de trabajos de Lacan que Miller publicó bajo el título Mi enseñanza, en una conferencia, Lacan afirmó que “el psicoanálisis es una oportunidad para recomenzar”. (pg. 99)

Pero además quiero recordar que Freud fue un subversivo, Lacan fue un subversivo y Miller también lo es. No sólo en sus consultas sino además en sus discursos y posicionamientos políticos y es un ejemplo que es importante continuar para mantener el psicoanálisis a la altura de la subjetividad de la época. Y a este respecto quiero agregar lo siguiente

Rebelión en la Granja de George Orwell, aunque escrito en 1945, es el libro que nadie debería dejar de leer y releer para poder tomar plena consciencia del mundo en el que estamos viviendo y de los peligros que nos acechan. El libro es una metáfora satírica sobre la historia de la Unión Soviética apoderada por Stalin. Es un texto asombrosamente visionario y totalmente actual y aplicable al mundo en el que estamos viviendo. Vivimos en una granja, el planeta Tierra, en el que los cerdos se han hecho con el poder y con todas las riquezas y nos tienen sometidos a su servicio. 

Prácticamente casi todos los gobiernos, consciente o inconscientemente, cumplen sus proyectos, programas y órdenes. Lo hemos verificado con lo ocurrido frente al experimento que significó la siniestra pandemia Covid-19, sus venenosas mascarillas, confinamientos, supuestas vacunas y test. Que volverán a repetir en cualquier momento.

Como preparación previa tenían ya aborregada a la población mundial mediante la adicción al tabaco, al alcohol, al consumismo desenfrenado, a las drogas prohibidas y a las comercializadas en farmacias al servicio de la siniestra industria farmacéutica y también mediante sus guerras, las segregaciones políticas, religiosas, económicas, sociales, las venenosas fumigaciones aéreas y sus pesticidas agrícolas, la comida basura y las mortíferas emisiones de la telefonía 5 G.

La mayor parte de la población mundial ha obedecido sumisamente estas disparatadas directivas, cuyas consecuencias han llevado a la quiebra económica a los autónomos, al pequeño comercio, a las pequeñas empresas, al desempleo, a los desahucios y a un aumento de la brecha entre ricos y pobres. Gran parte de esa sumisa y confundida población ha peleado por recibir una vacuna, o presume de haberla recibido, algo que ni siquiera es una vacuna, es ARN susceptible de modificar nuestra genética y que, entre otros, tiene el riesgo de ser esterilizante y ha provocado y sigue provocando sinnúmero de enfermedades, desde trombos a muertes.

Pero quizás todo este proceso tenga aún más historia y tradición. Toda esta política ha sido sutilmente alimentada desde hace muchísimo tiempo atrás mediante la jerarquización de la obediencia como la prioridad en todos los niveles del sistema educativo. Han conseguido que los padres consideren que lo importante en la crianza de sus hijos fuera la obediencia y no su bienestar. Y desde parvulitos hasta la Universidad lo que ha importado ha sido educar a la población mundial en la obediencia.

Escapar de esta granja, que es el planeta entero, no es posible, pero si nos concienciamos de cuál es este real en el que vivimos podemos rebelarnos, no sometiéndonos, no obedeciendo, promoviendo la desobediencia, disfrutando de la vida, de la naturaleza y del amor y negándonos al consumismo y a todos los tóxicos que nos proponen. Seamos siempre los continuadores subversivos de Freud, de Lacan y de Miller. Muchas gracias.

Graciela Sobral

Graciela Sobral

Miembro de la ELP y de la AMP

Buenas noches, saludos y agradecimientos.

Para esta presentación he releído Estudios sobre la fobia en Lacan, me parece un libro magnífico, en el cual se puede leer amablemente el psicoanálisis y, también, se puede estudiar a partir de ciertos recorridos trazados por los autores. Aunar ambos es muy meritorio, cosa que aquí se realiza.

Cuando conocí a Jonathan, él hablaba mucho de hacer un libro sobre la fobia, pues aquí lo tenemos.

Este libro tiene un rey, el rey de la fobia, Juanito, y también tiene un príncipe pobre, el hombre de los lobos, despojado de todo por la vida y finalmente nominado como esquizofrénico y luego como psicótico ordinario, cosa que no creo que fuera de su gusto.

Este libro es muy interesante porque, como ya hemos dicho, invita a hacer varios recorridos, por ejemplo, el padre, desde sus primeras apariciones en Freud hasta la última versión que dio Lacan; la relación del padre y la fobia es una cuestión fundamental. En realidad, se trata de un libro que permite, tomando ciertos temas, hacer distintos recorridos por la obra de Lacan. Aquí el tema es la fobia, pero no solo, justamente por eso, porque se ramifica y nos ofrece diversas panorámicas. Por ejemplo, en relación al lenguaje, o de ciertos aspectos estructurales que uno se ve obligado a volver a tener en cuenta.

Voy a tomar algunas ideas de distintos artículos que me han permitido hacer mi nuevo y breve recorrido.

La fobia defiende de la angustia de castración (en Freud), pero también puede ser una solución psicótica a la forclusión del nombre el padre (Lacan). Tenemos aquí tres términos: la angustia, el padre y su nominación, y, en tercer lugar, la estructura clínica.

Lacan plantea la fobia como una placa giratoria entre neurosis y perversión. Aunque luego la situará sólo en relación a la perversión. Pero, como hemos dicho, también se puede ir por otra vía que nos llevaría a las psicosis ordinarias. Esta es una vía que a mi me gusta mucho, el nuevo mundo, que no es tan nuevo, y que se abre a la cuestión de las psicosis no delirantes. Es muy interesante pensarlo porque constituye un lugar donde se alojan, hoy, con frecuencia, estos síntomas: drogadicciones, anorexias, ciertas violencias y muchos otros.

Dice Freud en Lo inconsciente, que, a medida que crece la moción pulsional, la muralla protectora debe ser trasladada más allá. El conjunto de esa construcción que se traslada, lleva el nombre de fobia. Es una infinitización que no cierra y que muestra algo de la fobia, porque esa infinitización puede obedecer a un impasse en la dialéctica edípica, a algo que falla, o bien a la invasión de un goce psicótico.

Freud propone a la representación fóbica como un nombre del padre, en el que ( por algún tipo de regresión) el sujeto se sitúa como objeto del goce del padre. Se trata de una expresión represiva.

Como ya hemos dicho, tanto los desarrollos de Freud como los de Lacan indican que la fobia cumple una función defensiva que opera en ciertas circunstancias en las que el sujeto no encuentra otro camino para enfrentar la angustia de castración y sus incidencias en la relación del sujeto con el falo.

Podemos ver en nuestra práctica que dicho artificio puede constituir también una posible solución psicótica a la forclusión del Nombre del Padre, y puede funcionar como un sinthome.  

Esto nos permitiría pensar una nueva vía, una nueva placa giratoria, que ya hemos nombrado, que no sólo gire entre neurosis y perversión, sino que lleve, como opuesto al campo de las neurosis ordinarias, el de las psicosis no desencadenadas.

Hacia el final, Lacan habla nuevamente de la fobia, de su función. Dice que, aunque la fobia parece un estorbo también tiene una función de enganche, un papel de punto de detención. En relación a esta función de la fobia, el sujeto puede seguir haciendo girar la placa giratoria, lo que de otro modo se declararía como una angustia imposible de soportar.

La fobia infantil, que es muy común, tiene una función de defensa, pero a la vez es estructurante. Veremos cómo comparten este modo.

Lacan ha pensado en el nudo Borromeo, ese anudamiento de los tres registros y la posible reparación en caso de que el anudamiento falle. A ese lazo reparador lo llamará synthome.

Hacia el final del cap. XII del Seminario 4, hace una lectura de distintos casos, podemos volver a tomar el caso Juanito que le permite distinguir las fases que se suceden hasta que él pueda constituir el síntoma fóbico, lo que le permitirá volver sobre él, pero ahora desde la perspectiva borromea. Juanito va a pasar del juego de engaños con la madre donde él está en la posición de falo imaginario a tratar de separarse de aquello que produce angustia y mantenerlo a distancia, con lo que constituiría su dimensión sintomática. A la vez, a través de la operación simbólica, tiene una dimensión estructurante, como una operación que navega entre lo imaginario y lo simbólico, afectada por lo real. La fobia ordena el mundo del niño, es una respuesta a la angustia por medio de esta operación que navega entre los tres registros. Pensemos en Juanito.

En la enseñanza del último Lacan se abre otra dimensión de la fobia que es su posición de goce, es decir, cómo opera lo real en la fobia del parlêtre. Esto es muy importante porque se trataría de desplazar el acento primero puesto en el deseo de la madre hacia la cuestión del goce del propio sujeto, del parlêtre.  

Con estas pinceladas tomadas aquí y allá trato de hacer un brevísimo esquema de lo que nuestros compañeros nos ofrecen en torno a estos temas y sobre los que nos invitan a conversar.

Animo a Jonathan a que continúe con esta tarea de hacer libros entre varios, sabemos que ya tiene otro. Creo que es una idea muy buena y, como ya dije, es algo que se le da muy bien.

Mónica Unterberger

Mónica Unterberger

Socia de la ELP y de la AMP

Agradecer a la BOLM, la oportunidad de hablar sobre estos Estudios, aunque se ha hecho esperar por dificultades varias que lo impidieron, aquí y hoy contamos con su presentación. Ya es un hecho.

También, y por supuesto, a Jonathan Rotstein, por su invitación a colaborar en la excelente compilación que reúne a 20 psicoanalistas, bien dispuestos a aportar su perspectiva sobre el tema.

Por todas estas cosas, es por lo que es un placer para mi contribuir a la presentación de este, repito, excelente libro. Me explico.

En primer lugar, hay que agradecer la buena idea que tuvo Jonathan Rotstein de proponer la realización de esta compilación de Estudios sobre la fobia en Lacan, a la vista del producto que se ha logrado. Sin ninguna duda titularlos Estudios es lo que mejor recoge el trabajo hecho.

También comentar la paciencia y constante buena disposición que mantuvo a lo largo de todo el tiempo que requirió este trabajo, desde el inicio hasta su finalización.

En segundo lugar, una mención sobre las intervenciones. Si se trata de una participación desde la diversidad de aportes y perspectivas, tanto clínica como epistémicas a los fines de interrogar la complejidad de la Fobia y esclarecerla. el resultado es una serie de aproximaciones y apuntes desde las distintas aristas que permite la perspectiva del psicoanálisis lacaniano, las que, al abrir a la complejidad de  esta emergencia  sintomática que es la fobia, deviene seriamente situada en esas diversas aristas con rigor y notable entusiasmo.

Para empezar, entraré un poco en lo más propio de lo que quiero decir respecto a esta emergencia sintomática, que si bien no es lo que comúnmente definimos, desde Freud, como un síntoma en cuanto tal, requiere de todos los términos que componen la doctrina del psicoanálisis lacaniano para articular a qué responde.

Como tal, entonces, aparece- aunque no sólo-, y con frecuencia en la primera infancia. Todos hemos podido ser testigos cuando no, afectados, del impacto que le produce a un niño el encuentro con un perro, gato o cualquier animal que se cruce. Lo realmente llamativo, sorprendente es que, en un tiempo lógico posterior, venga a prestarse como un significante, como un objeto para relevar de algo que sirva a vestir un real insoportable inasimilable o sin nombre.

Lo que allí en ese encuentro es esencial, es el detalle del encuentro: lo es con lo no semejante a la forma humana, detalle relevante si tenemos en cuenta lo que Lacan plantea en su tesis del Estadio del Espejo, como sabemos.

Pero no solo el animal- un caballo en el caso Hans; los lobos en el caso del Hombre de los Lobos; la rata, en el  caso del Hombre de las ratas-, sino la evidencia de que cualquier significante puede  tomar el lugar,  -no quiere decir que lo logre-, de una operación tan crucial como la de dar y establecer un orden, ese orden simbólico capaz de suspender lo real de la angustia a la que ha sido empujado un sujeto; a la que ha dado lugar ese acontecimiento corporal, cuya sede es el cuerpo y, además,  producir bajo un signo de goce, la sintomatización de un real.

Freud en primer lugar y luego Lacan, toma el caso Hans para dar ejemplo de las complejas operaciones y soluciones de las que es capaz y que debe realizar el ser que habla para lograr habitar de la buena manera la subjetividad a la que debe advenir.

Y si la fobia es frecuente en la infancia, como lo atestiguan los diferentes textos que dan cuenta de ello en esta compilación, también se la encuentra en otros momentos de la vida subjetiva cuando la estructura debe responder ante encuentros que en psicoanálisis llamamos, con lo real, es decir aquello a lo que todo ser que habla se ve expuesto cuando de lo que se trata es de resolver  mediante un saber, el asunto de lo real del sexo y de la muerte y, en su lugar, es la angustia la que aparece.

Mejor dicho aún, acontecimientos a los que la señal de angustia les da entrada, aviso, anticipando algo que sucede en la estructura y ante lo cual el sujeto se ve no disponiendo de recursos para responder y arrancarse de la angustia. Ahí entonces, puede emerger una fobia.

La cuestión de la angustia, como señal, real, que no engaña, es índice de algo que no anda y de la cual el sujeto queda avisado. La angustia es desde Freud relevada como primera defensa ante la inminencia de lo que ex –siste, fuera de la palabra, fuera de la imagen; y también, como última defensa, instrumento baliza ante lo real que presiona, sin pausa.

Si hablamos de la angustia, es porque esta cuestión está muy presente en cada uno de los textos que van a encontrar en estos Estudios, y especialmente llamativo positivizado, escenificada, en la fobia. Fue el concepto que me interesó en mi texto, al que intenté situar.

Señal de la importancia que tiene como afecto, para todo sujeto y como anuncio de lo que no anda, como lo demuestra la atención que se le otorga a su emergencia en toda dirección de la cura de una experiencia de análisis.

Lacan le dedicó un seminario a su examen, a su función, a su estatuto, a su lógica. Como bien lo señalo Jonathan en su introducción, es destacable que, en las diversas lecturas que interrogan la fobia, no puede evitarse el uso de todos los conceptos y términos de la episteme del psicoanálisis, desde el narcisismo hasta la castración, y donde la función paterna tiene, cumple, debe intervenir de un modo crucial.

La fobia, es una solución – es la hermana menor del síntoma (si tomamos el síntoma como efecto de una nominación simbólica, en palabras del último Lacan), como solución, entonces, es una solución transitoria.

Que puede, si no es reconocida como tal, perdurar en la vida de un sujeto y perturbarla como inhibición, síntoma o angustia. 

Y como tal, es la que se ofrece bajo una presentación que podemos llamar, espectacular y en primer plano, como un síntoma, que es a articular, es a acompañar en su desciframiento y puntuación.

Por esa manera florida de presentarse, estos Estudios sobre la fobia en Lacan, ponen el proyector sobre ella y aportan consideraciones, desarrollos, exploraciones que sirven a su clínica y contribuyen a esclarecer los distintos estados de su elaboración en la enseñanza del psicoanálisis.

No puedo, después de su lectura, dejar de recomendar de manera entusiasta el trabajo bien hecho que aquí, es ofrecido a los psicoanalistas, pero no sólo.

Es para que sea un paso para todos aquellos que permita hacer pasar “esa tontería que ya pasará”, si evocamos la conocida frase asociada a su presencia, a su precisa y preciosa dimensión de puesta en obra de una verdad que espera ser descifrada, cuando es dirigida a un psicoanalista, a los fines de dar voz al deseo allí suspendido.

He puesto en estas breves alusiones sobre lo expuesto en el libro, a la angustia como elemento protagonista en su formación. No es secundaria su función como operador en la fobia. Todo lo contrario. Ya que nos permite perseguir, su valor en toda formación de síntomas, en tanto defensa ante lo real.

La fobia, nos dice Lacan en el seminario 16, no es una entidad clínica y es por ello que la designa como una placa giratoria que puede desembocar en una neurosis histérica u obsesión. Y a la vez, es transestructural. O sea que la encontramos en la neurosis, en la perversión y en las psicosis.

Tampoco como solución transitoria cancela la angustia como afecto, la suspende que es otra cosa muy distinta a su cancelación. Tampoco el síntoma cancela la angustia, sino que en él, en su permanencia, su insistencia y ciframiento ya es una reducción de lo real del goce y cuyo plus de gozar allí comprometido implica como efecto, ya un goce reducido.

Si me permiten, se puede decir que la fobia esquiva la angustia, pero no la cancela. Tal es así que, confrontado al objeto fóbico, objeto del miedo, ésta se hace presente.

Para concluir, diría que nuestra relación a la palabra, al lenguaje y su estructura, nos convierte en seres que hablan. Nuestra relación al cuerpo como sede y localización de los acontecimientos de goce causados por nuestros inevitables e irreductibles encuentros con el Otro y su deseo, con el Otro y sus dichos, nos empujan a hacer de esos encuentros – siempre equívocos, contingentes-, síntomas diversos, cifrados, opacos a la conciencia y al Yo, pero no a su manifestación, más o menos dolorosa, según el modo de goce al que cada sujeto haya logrado advenir.

De eso trata los Estudios.       

¡Buena lectura!

Portada del libro

Irene Domínguez

Miembro de la ELP y la AMP

La Biblioteca de Orientación Lacaniana tiene el gusto de presentar Recorridos de la Sublimación,  el último libro de  Irene Domínguez, psicoanalista en Barcelona y docente del Instituto del Campo Freudiano en España.

Publicado por la editorial Grama, con prólogo de Nieves Soria y epílogo de Sergio Larriera, en Recorridos de la Sublimación, la autora parte del término SUBLIMACIÓN acuñado por Freud y después retomado por Lacan, para indagar en el planteamiento de una satisfacción efectiva de la pulsión que no se juega en el campo del conflicto ni de la represión.

En la línea de J. A. Miller, Irene Domínguez situará la sublimación como uno de los nombres del sinthome, conectándolo con la noción de escabel.

Tomará como punto de partida los conceptos desarrollados en su DEA, ya que en palabras de la autora “investigar en psicoanálisis es darse el permiso de hacer uso de una formación para ponerla al servicio del saber-hacer-ahí”, para después adentrarse en dialogar con figuras literarias, clínicas, poéticas, cinematográficas que le permiten “hacer camino al andar” abriendo siempre nuevos interrogantes. De la mano de Hamlet, Alicia en el país de las maravillas, Medea o Antígona, así como de varios cineastas como Steven Knight, Todd Phillips, Albert Serra o Lars Von Trier y el documental sobre Tosquelles de M. Sallarès entre otros, la autora nos mostrará que la dignidad de Das Ding es la de lo imposible, y eso va en dirección opuesta al capitalismo que nos alienta al sueño de que todo es posible.

Lo que sí es posible es sostener al objeto a como causa del deseo, y eso los artistas “que nos llevan la delantera” en términos lacanianos- nos lo muestran, relanzándolo cada vez hacia una nueva obra. “Hay misterios apasionantes que rodean a la creación; que el tratamiento pulsional de un sujeto logre crear una forma que le hable a los demás es solo uno de ellos”.

Contaremos con la presencia de la autora.

Le acompañarán:

Sergio Larriera, psicoanalista, miembro de la ELP y de la

AMP.

Los Torreznos, artistas y performers

Coordina: Eloísa Cano Hutton, psicoanalista, socia de la ELP- Sede Madrid.

Día de la presentación: Sergio Larriera, *Los Torreznos” Jaime Vallaure y Rafael Lamata, Irene Dominguez y Eloísa Cano Hutton

Eloísa Cano Hutton

Socia de la sede de la ELP de Madrid

 Desde la Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid tenemos hoy el gusto de presentar este libro, “RECORRIDOS DE LA SUBLIMACIÓN”, de Irene Domínguez, a la cual, desde la comisión de la biblioteca, agradecemos su presencia, al igual que la de los otros dos invitados, Sergio Larriera y el dúo Los Torreznos.

Voy a empezar por presentar a nuestros invitados:

En primer lugar, la autora del libro, Irene Domínguez, a la que muchos conoceréis.  Irene Domínguez es psicoanalista en Barcelona, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Es coordinadora del grupo de investigación de Toxicomanías y Alcoholismo en Barcelona del Instituto del Campo Freudiano y además es docente del Instituto del Campo freudiano en España.  Y además es escritora, ha publicado numerosos artículos y contribuciones. “Recorridos de la sublimación” es su primer libro, publicado por la editorial Grama, con prólogo de Nieves Soria y epílogo de Sergio Larriera.

Sergio Larriera es psicoanalista, licenciado en medicina, escritor, miembro de la ELP y de la AMP, y docente del Instituto del Campo freudiano.  Con múltiples artículos, libros y publicaciones en su haber, fundó en 1981 la Asociación Serie Psicoanalítica junto a Jorge Alemán  y además   ha dirigido las revistas Emboscaduras, Pliegos y El Psicoanálisis.    Es escritor junto con Jorge Alemán de los libros Lacan: Heidegger. Un decir menos tonto, El psicoanálisis en la tarea del pensar, El inconsciente: existencia y diferencia sexual, y Filosofía del límite e inconsciente. Conversación con Eugenio Trías.  Además de psicoanálisis, también ha escrito novela, poesía y numerosos artículos de arte, filosofía y literatura. Todos los meses de Julio coordina el Taller de Investigación Lenguajes.

Los Torreznos son Jaime Vallaure y Rafael Lamata, y se definen como un dúo de exploración en el ámbito del arte en acción.  

Formaron tándem en el año 2000, decidiendo llamarse simplemente Los Torreznos, un nombre culinario, festivo, porque dicen que sus obras son asequibles y populares como los torreznos, agradables de comer pero que al mismo tiempo dejan un regusto en el paladar.

Se mueven en territorios del arte como la performance, la acción o el arte conceptual, pero han querido huir siempre de las complejidades intelectuales para plantearnos performances directas y sencillas sobre esos temas cotidianos de los que se habla en la calle y que ellos abordan con sencillez y con humor. Se constituyen como una herramienta de comunicación sobre lo social, lo político y las costumbres y su trabajo se orienta hacia la búsqueda y experimentación expresiva a través del gesto, el lenguaje y la presencia.  Utilizan el humor y su obra se desarrolla a través de diferentes formatos tanto de carácter presencial como multimedia. También realizan talleres y conferencias.

Antes de darles la palabra a cada una de ellos quería introducir el tema dando algunas pequeñas pinceladas sobre el libro.

El término Sublimación proviene inicialmente del ámbito de la química, si recordáis se define como el hacer que la materia pase del estado sólido directamente al gaseoso, sin pasar en ningún momento por el estado líquido. Por ej. se utiliza en la ciencia forense con el yodo, parece ser que si se calienta a una determinada temperatura puede revelar huellas dactilares en forma de vapor sobre el papel.

Otro ejemplo, en las zonas glaciares, el hielo, calentado por el sol, puede pasar directamente de su estado sólido a estado gaseoso en forma de vapor de agua .

Evidentemente no es la acepción química del término Sublimación la que nos interesa aquí;  en el libro  Recorridos de la Sublimación,  la autora parte del término  SUBLIMACIÓN acuñado por Freud y después retomado por Lacan, para indagar en el planteamiento de una satisfacción efectiva de la pulsión que no se juega en el campo del conflicto ni de la represión.

En el libro, tomará como punto de partida los conceptos desarrollados en su DEA, ya que en palabras de la autora “investigar en psicoanálisis es darse el permiso de hacer uso de una formación para ponerla al servicio del saber-hacer-ahí”, para después adentrarse en dialogar con figuras literarias, clínicas, cinematográficas que le permiten “hacer camino al andar” en palabras de Machado, abriendo siempre nuevos interrogantes. De la mano de Hamlet, Alicia en el país de las maravillas, Medea o Antígona, así como de varios cineastas como Steven Knight, Todd Phillips, Abert Serra o Lars Von Trier y el documental sobre Tosquelles de M.Sallarès entre otros, la autora nos mostrará que la dignidad de Das Ding es la de lo imposible, y eso va en dirección opuesta al capitalismo que nos alienta al sueño de que todo es posible.

Lo que sí es posible es sostener al objeto a como causa del deseo, y eso los artistas -“que nos llevan la delantera” en términos lacanianos- nos lo muestran, relanzándolo (su deseo)   una y otra vez, y cada vez, hacia una nueva obra. No se trataría nos dice Irene de psicoanalizar la obra de arte sino de extraer lo que la obra de arte le enseña al psicoanálisis. Y delante de la obra de arte, hacer la experiencia, como le sucede a Alicia en El País de las maravillas cuando se desliza por la madriguera del conejo, de dejarse llevar por el no –saber, consentir al asombro, a la contradicción, al sin-sentido, a lo desconocido.

Nos decía Freud que la sublimación es uno de los destinos posibles de la pulsión, con la particularidad de que la satisfacción que emerge de ella, al no pasar por la represión, sería de un orden diferente a aquélla del síntoma neurótico.

Cito a la autora “Hay misterios apasionantes que rodean a la creación; que el tratamiento pulsional de un sujeto logre crear una forma que le hable a los demás es solo uno de ellos”.

La obra de arte, nos señala Irene siguiendo a Freud, no se interpreta, no cifra un mensaje del inconsciente que debería ser librado. Freud, al final de su estudio sobre Leonardo da Vinci, nos dice: “la esencia de la operación artística resulta inasequible al psicoanálisis” pero lo único que podemos afirmar es que “no cabe duda de la significantividad de la primera infancia”, la sublimación estaría pues ligada a las fuertes improntas recibidas en la infancia.  Al hilo de esto leí una vez una anécdota sobre la infancia del pintor Salvador Dalí donde siendo él muy niño encontró un pequeño murciélago, que escondió en un escondite dejándole unas granadas para comer.  Al día siguiente se encontró al murciélago muerto, con las granadas, todo lleno de hormigas y presa de un impulsivo arrebato se lanzó al suelo e hincó el diente enérgicamente en  las granadas cubiertas de insectos por el solo placer de saber lo que se sentía. Dicen que este recuerdo es el germen de algunos de sus cuadros donde si recordáis aparecen hormigas y granadas.

Por lo tanto, nos dice Irene, en la sublimación, tenemos al inconsciente en los márgenes, (no como en los síntomas que estaríamos de pleno en el inconsciente), que es precisamente adonde desembocará la última enseñanaza de Lacan.  El inconsciente en los límites de su propio estatuto.

Nos escribe Irene que hay una relación problemática entre la categoría del artista y la de estructura clínica.  Freud muestra su profunda incomodidad en catalogar al genio de neurótico, y dice que la sublimación excluye a la neurosis, que ésta es incapaz de sublimar. Si la represión es solidaria del término inconsciente y las producciones de la represión son los síntomas, las de la sublimación son las obras de arte.

En la línea de J.A.Miller, Irene Domínguez situará la sublimación como uno de los nombres del sinthome, conectándolo con la noción de escabel y planteará la hipótesis de que se podría pensar al artista bajo la misma estructura lógica que la mujer y el analista. Al igual que “la mujer no existe “o “el analista no existe”, son uno por uno, tendríamos “el artista no existe”, también es uno por uno.

Nos plantea Irene que cuando está en juego la sublimación, allí no hay ningún ser. Más bien estaría operando la ex -sistencia. Y por eso allí, lo que cobra relevancia es el “saber-hacer-ahí”. En el momento de la creación artística hay una suerte de destitución subjetiva. Por eso comenta Irene que, en algunas ocasiones, la obra misma pasa a hacer función de ego.  Y ese ego participa del escabel, ese banquito al que uno se sube que viene a reparar esa destitución subjetiva.

Además, la sublimación tendría un carácter parcial, es decir, no se puede estar todo el tiempo sublimando, como no se experimenta un continuo goce femenino, como no se es analista las 24 horas del día. La sublimación es no-toda.

Nos dice Irene, “el artista se juega la vida en su aventura, en su producción. Se inserta, por un tiempo, en esa zona que con Lacan llamamos Das Ding. Solo así, porque el artista, el científico, la mujer mística, se juegan la vida, porque les va la vida en ello, algunos logran extraer formas inéditas de eso que palpita, de ese real que está ahí fuera”.” La Cosa, Das Ding es informe, no tiene representación, no puede ser dicha, nombrada, alcanzada… No obstante, hay objetos que se acercan a extraerle una forma. “

El resultado de la acción de la sublimación produce pues una obra. “El artista introduce una forma nueva en el mundo, algo que hasta ese momento no existía. Nos  decía Walter Benjamin “el espectador es el que acaba la obra”, porque  goza de la obra y hace uso de ella para tratar su propio goce, siempre y cuando consienta a ser como Alicia, y  no pierda el ansia de la curiosidad ante la extrañeza que supone el encuentro con el mundo.

Portada del Libro

Con la asistencia de José María Álvarez, la BOLM (Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid) presentará los dos volúmenes del Vocabulario de Psicopatología dirigidos por él. La cita será el miércoles 17 de abril en CRUCE, Madrid.

En esta obra coral han participado 42 autores de los cuales nos acompañarán Rafael Huertas y Carlos Fernández Atiénzar.

Las 88 entradas de las que consta la obra se reparten en dos volúmenes e incluyen tanto términos tradicionales (neurosis, psicosis) como otros en desuso (xenopatía, dolor del alma) e incluso términos de cosecha propia (neurosis ordinaria, neuroleptofrenia). La elección de los términos conforma un conjunto original, propio de la filosofía de La Otra Psiquiatría.

Este libro es más que un vocabulario, ya que se ha redactado de tal manera que puede usarse también como un Manual con tres apartados: Nuestra Psicopatología, Fundamentos y Complementos. Es un dos por uno.

Han sido cinco años de trabajo y eso se nota. La obra ha venido a cubrir la falta de un buen diccionario de psicopatología en el que se vuelve a la clínica y donde las bases son la clínica clásica y el psicoanálisis.

Esta era una obra necesaria de la que ahora podemos disfrutar.

Nos acompañarán en la mesa:

José María Álvarez: doctor en Psicología por la UBA, psicoanalista, miembro de la ELP, fundador de La Otra Psiquiatría, formador de residentes PIR y MIR en el Hospital Universitario Rio Hortega de Valladolid, autor de más de 90 publicaciones.

Rafael Huertas: doctor en Medicina por la UCM, investigador en el Instituto de Historia perteneciente al CSIC, autor de numerosas investigaciones relacionadas con la historia de la psiquiatría y la salud pública en España.

Carlos Fernández Atiénzar: médico psiquiatra, Máster en Psicoterapia Psicoanalítica por la UCM, miembro de la sección de Psicoanálisis de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), autor de Melancolía-Clínica y trasmisión generacional (Xoroi ediciones, 2019).

Coordina: Eloísa García Laynez, socia de la ELP-Sede de Madrid.

Comisión responsable: Andel Balseiro, Roberto Benegas, Eloísa Cano, Paula Fuentes, Eloísa García Laynez, Estrella Garrido, Marjorie Gutiérrez, Julieta Miguélez, Denisse Nadeau, José Alberto Raymondi (director), Jesús Rubio, Alejandro Tolosa, Clara Urbano.

Actividad presencial hasta completar aforo en:

CRUCE, Arte y Pensamiento Contemporáneo

 *Dirección: calle Doctor Fourquet 5, Madrid.

Día de la presentación: Eloísa García Laynez, Carlos Fernandez Atiénzar, Jose María Alvarez y Rafael Huertas

Los que me conocéis sabéis que si digo que estoy feliz de coordinar esta mesa no es una manera de hablar.

Quiero dar las gracias a las tres personas que me acompañan hoy, a Carlos por recorrer conmigo el Seminario 4 cada viernes, a Rafael por mostrar esa concepción de la historia tan necesaria y a José María por todo lo que he aprendido con él en sus libros y sus cursos que comparte generosamente en YouTube.

Carlos Fernández Atiénzar es licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid, Máster en Psicoterapia Psicoanalítica por la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la sección de psicoanálisis de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.

Ha publicado diversos artículos sobre psicosis y sobre melancolía, y es autor del libro Melancolía. Clínica y transmisión generacional, publicado en Xoroi ediciones en 2019, en el que se centra en el estudio de este término abandonado por la psiquiatría actual, al que él vuelve a dar la importancia que se merece aportando una original y particular visión sobre lo que él ha denominado como “trasmisión generacional”.

En el Vocabulario Carlos ha redactado la entrada sobre la “locura maníaco depresiva” a la que define como una forma clínica de presentación de la melancolía.

Rafael Huertas es doctor en medicina por la Universidad Complutense de Madrid y doctor honoris causa por la Universidad de Buenos Aires. Trabaja en el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su principal campo de investigación es la historia de la psiquiatría y la salud pública en España.

Fernando Colina dice de él: “no le interesa una historia acumulativa, descriptiva, complaciente con el pasado y acrítica con el presente si no otra historia analítica, crítica y que interpela al pasado así como una psiquiatría que entiende las enfermedades mentales como construcciones revisables y sujetas a cambios sociales y culturales.”

Es autor de más de 100 publicaciones. La locura (CSIC 2014), Otra historia para otra psiquiatría (Xoroi 2017). Y también Los médicos de la mente. Lafora, Garma y Vallejo. ¿Criminales o locos?, Cartas desde el manicomio (Catarata 2018), un libro que nos permite leer hoy en día cartas escritas por los internados en Leganés que nunca llegaron a su destino y recuperadas de sus historiales clínicos, o Locuras en primera persona (Catarata 2020), un libro peligroso porque te incita a leer todos esos relatos de pacientes psiquiatrizados y con experiencias singulares: Judi Chamberlin, Elizabeth Packard, Kate Millett, Christine Lavant… y muchas más.

En el Vocabulario de psicopatología Rafael ha escrito la entrada sobre la “Alienación mental”.

José María Álvarez es doctor en psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona, psicoanalista miembro de la ELP y de la AMP. Trabaja en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid (donde coordina la Unidad de Psicoterapia), así como en su consulta privada. Es uno de los fundadores de La Otra Psiquiatría y de Los Alienistas del Pisuerga.

Es autor de más de 90 publicaciones, entre ellas La invención de las enfermedades mentales (Gredos 2008), Estudios sobre la psicosis (Xoroi 2014), Las voces de la locura (Xoroi 2016), Estudios de psicología patológica (Xoroi 2017), Hablemos de la locura (Xoroi 2018) y Principios de una psicoterapia de la psicosis (Xoroi 2020). Asimismo, desde hace más de treinta años alterna las tareas clínicas hospitalarias con la formación de residentes en Psicología clínica y en Psiquiatría. Los últimos años del seminario que dicta en el Servicio de Psiquiatría y Salud Mental de su hospital están disponibles en YouTube, en concreto “Historia de psicopatología para clínicos”, que consta de 42 videos en los que va repasando los temas clásicos de psicopatología, como la angustia, la hipocondría, la neurosis, la psicosis, la paranoia o la esquizofrenia, y también “La locura desde dentro”, en el que ya nos ha compartido su particular visión sobre Schreber (11 videos), Aimée (6 videos), Wagner (8 videos) y hoy sigue con el tema de Joyce y su hija Lucía (16 videos).

Para conocer mejor a José María se puede leer Las heridas del alma (Xoroi 2022), libro en el que se han recopilado entrevistas suyas desde 2008, a las que se han añadido un prólogo de Chus Gómez y un epílogo de Juan de la Peña, que nos aportan una visión personal y cercana del director de este Vocabulario al que nos muestran como amigo, maestro, ciclista, hijo, amante del rock and roll…

El Vocabulario de Psicopatología

Es una obra en dos volúmenes con un total de 1205 páginas. En la redacción han participado 42 autores a los que José María define como un “buen equipo”. Hay psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas y médicos, proceden de España, Italia, Reino Unido, Francia, Irlanda y Argentina. José María dice en una entrevista que el mayor logro de esta obra es que se ha terminado sin ningún enfado entre ellos. Es una obra coral en la que se ha conseguido dar unidad de estilo al conjunto a la vez que mostrar la diversidad. En su epílogo, Kepa Matilla lo denomina “un encuentro”.

La obra comparte una extensa bibliografía que ocupa 63 páginas. Consta de 88 entradas, desde las más cortas de 4 páginas (Alienación mental, Síndrome de Cotard, Neuroleptofrenia) hasta la más extensa de Delirio, redactada por José María Álvarez, que ocupa 53 páginas.

Entre los términos elegidos los hay tradicionales (neurosis, psicosis), otros en desuso (xenopatía, dolor del alma) e incluso algunos de cosecha propia (neurosis ordinaria, neuroleptofrenia).

Han sido 5 años de trabajo, desde 2018 hasta octubre de 2023. “Un trabajo de gigantes” como dice Javier Carreño en una presentación de la obra.

El libro presenta los términos ordenados alfabéticamente, comenzando por Acatasia y terminando por Xenopatía. En el primer volumen se nos ofrece una “Guía de lectura” (pg.9) en la que se muestra como también puede ser usado como un manual dividido en tres partes: Parte 1- Nuestra Psicopatología, Parte 2- Fundamentos, Parte 3- Complementos. Esta doble posibilidad de uso aporta una gran riqueza a esta singular obra.

Filosofía del Vocabulario de Psicopatología:

Este es un libro muy clínico. Si Lacan tiene el mantra del retorno a Freud, yo creo que uno de los mantras de José María es el retorno a la clínica, siempre la clínica por delante, la clínica como base. Volver “a la observación a pie de obra”, “a la clínica de trinchera” como él dice.

Una clínica de orientación psicoanalítica, no ajena al trabajo institucional que realizan muchos de los autores. El psicoanálisis lacaniano y la institución presentes en la manera de pensar la clínica de La Otra Psiquiatría.

José María habla de tres lámparas que iluminan su estudio de la psicopatología: la clínica (¿De qué sufre el paciente? ¿cuál es su experiencia?), la historia (todo lo que ha sido ya estudiado), y la epistemología (como se ha construido el campo del saber).

Estilo:

Una sola palabra: sencillez.

En palabras de Álvarez: “si eres capaz de hacer de lo complejo algo sencillo, es que tú lo entiendes”, “las cosas sencillas me hacen pensar mejor”. ¿De dónde le viene esa manera de ver las cosas? Él mismo nos lo dice: “escribir como he oído hablar cuando era niño a mis padres o a personas muy cercanas, que hablaban con una simplicidad y un ritmo elegante. El estilo de lo que yo oí al principio.”

Como dice Kepa Matilla “alejado de lenguajes técnicos que nos atan, incapacitan y enturbian lo que decimos y esconden lo que no sabemos”.

Para terminar unas palabras de Álvarez: “No es necesario llenar de notas una partitura para componer una hermosa pieza. En The Mists of Time, un fino y sencillo blues, John Mayall recrea una melodía envolvente y bella, donde los instrumentos se dan el relevo con elegancia y generosidad, mientras el rumor de su voz canta con nostalgia a las brumas arremolinadas del tiempo. Es un tema fluido, elegante y envolvente. Cada intérprete brilla cuando le corresponde y su claridad engrandece al conjunto. Ojalá este Vocabulario se le asemejara en algo

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