Convocatoria

¡!!LOCURAS ¡!!
¿Cómo se lee en cárteles
las locuras de la vida cotidiana?

27 de octubre 2023

Diferentes cárteles inscritos en la ELP se han interesado en el tema de las locuras, las ordinarias, las extraordinarias y las del día a día.

En el movimiento hacia el Congreso de la AMP 2024 algunos cárteles han encontrado una vía fecunda para investigar la articulación posible entre las locuras, los delirios, la despatologización y el parlêtre.

Las veladas intercomunidades llevan la marca de nuestro tiempo, tiempo epistémico, clínico y político.

Cada cual en el cártel es enseñado, qué enseñanza singular han extraído de esta investigación los cartelizantes?

Es una cita para encontrarse, dialogar, una ocasión para plantear las cuestiones que a cada uno le ha interrogado y ofrecer su investigación en curso, producida en el interior de los cárteles, al intercambio.

Los cartelizantes toman la palabra:

  • Luís Alba: “Despatologización e imaginario”
  • Paloma Blanco: “Cuando el discurso del analista hace deconsistir el delirio común”
  • Antoni Vicens: “La angustia del analista”
  • Isabelle Durand: “Extimidad y Maldad”
  • Juan Jesús Ugarte: “Todo el mundo delira, no todos son psicóticos”
  • Eva de la Fuente: “Concepto de creencia en Freud y Lacan. Diferencia entre creencia y metáfora delirante. Sus mecanismos”

Dinamizadores:  Blanca Cervera y María Antonia de Miguel

Horario 19 a 22h
Presencial desde las Sedes de la Escuela, interconectadas por Zoom

Día del encuentro, de izquierda a derecha en la mesa: Eva de la Fuente, Blanca Cervera y Julia Gutierrez

Eva de la Fuente

Participante del NUCEP, Madrid

Delirio y Creencia

Lo que me orientó en la elección del rasgo fueron las primeras lecturas comentadas en nuestros encuentros como cartelizantes y las preguntas suscitadas allí ¿Qué es lo que hace que un discurso, bajo cierta creencia delirante, logre funcionar como metáfora para un grupo consiguiendo que se instale un nuevo orden? ¿Cómo cada sujeto se relaciona con dicho saber? ¿Qué función cumple para cada sujeto particular?

De este modo, recojo dos sintagmas, creencia (en tanto en cuanto delirante9 y metáfora delirante. La idea inicial era hacer un recorrido en la obra de Freud del término de creencia, si bien la envergadura de dicha empresa era inabarcable para los fines del trabajo. Por tanto, me centré en la creencia de la existencia del falo de la madre por su relación directa con el mecanismo del desmentido, así como qué dijo al respecto Lacan.

Se hace necesario concretar los términos creencia y delirio.

¿La creencia es un delirio? Podría decirse que sí, en cuanto a que están constituidas por cadenas significantes, y ambas corresponden a producciones de saber. Así, delirio y creencia producen un saber que pretende saber-la-verdad. Las aguas se separan en el momento en el que se establece la diferencia en la relación que el sujeto, devoto o incrédulo, mantiene con el Otro del lenguaje: si es del orden de la convención, de lo establecido, o de la verdadera invención.

El psicoanálisis debe su existencia, en parte, a la creencia de Freud en la verdad de su invento, el inconsciente, pese a que éste no era del todo accesible.

Saber, verdad y creencia son términos íntimamente ligados. Lacan afirma que la verdad es del orden de la creencia, pero no de la creencia cientificista que persigue una verificación empírica y exacta de los hechos, ya que éstos, precisamente, se instituyen a partir de un decir.

Por otro lado, si “todo el mundo es loco”, si todos deliramos, podríamos pensar la creencia y la metáfora delirante como modos de acercarse al saber, y el desmentido y la forclusión como formas de defenderse de lo real.

Como comenté más arriba, me centraré en trabajar la creencia en la existencia del falo y su desmentido, ya que como afirma O. Mannoni, es como si “la Verleugnung del falo materno trazara el primer modelo de todos los repudios de la realidad y constituyese el origen de todas las creencias que sobreviven al desmentido de la experiencia” (La Otra escena. Claves de lo imaginario. Cap 1, pag. 11)

Así, la creencia que nos ocupa permite cierta operación a nivel fantasmático, procura una adhesión al discurso establecido sin poner en jaque la continuidad psíquica. Dicha operación es ejercida por el mecanismo de la desmentida, con la que el sujeto afirma y niega la castración al mismo tiempo, simultáneamente. La fórmula “Ya sé que… pero aun así…” ilustra como un sujeto sostiene la representación de la falta, y a la vez, la creencia en la falta de la falta. Cuando escuchamos esta expresión en la clínica, hay que pensar que lo que está en juego es la castración. Un ejemplo paradigmático es la superstición.

Algo muy distinto ocurre cuando el sujeto no tiene el auxilio de un discurso establecido, no cuenta en su aparato psíquico con los significantes que le permiten dar sentido a lo que encuentra, se halla entonces perplejo, y tras mucho trabajo y esfuerzo, consigue construir un delirio. Conforma así algo que le permite sostenerse, aunque podría ser que nunca del todo ni para siempre. En cualquier momento, puede encontrarse frente a algo que no está presente en su repertorio delirante, se encuentra forcluido, todo se desbarata entonces debido a un real que se le presentifica, y otra vez vuelta a empezar. Es como si el “sujeto” psicótico estuviera expuesto de forma constante a la posibilidad de ser traumatizado por el lenguaje. Así, de la perplejidad pasa al delirio en el mejor de los casos, y ello le procura cierta continuidad psíquica. El psicótico no tiene el auxilio del fantasma cuando hay algo de lo real que le golpea. Sólo cuenta con su delirio, al que ama tanto como a sí mismo, como Freud le escribiera a Fliess.

Estas son algunas líneas del delirio como verdadera invención que desarrollaré en el producto final del trabajo.

Sobre la creencia en Freud

Freud hace referencia a este término a partir de 1923, en La organización genital infantil cuando comienza a definir el concepto de Verleugnung, en este momento referido como desconocimiento y posteriormente como desmentido (J. L. Etchevarry), tratándolo como algo muy familiar y a la vez nuevo en sus teorizaciones. Así, en 1927 toma la Verleugnung para definirlo como mecanismo de defensa propio del fetichismo.

De este modo, en palabras de Freud en El Fetichismo (1927), p 148: “el varoncito rehusó darse por enterado de un hecho de su percepción, a saber, que la mujer no posee pene. No, eso no puede ser cierto, pues si la mujer está castrada, su propia posesión de pene corre peligro, y en contra de ello se revuelve la porción de narcisismo con que la naturaleza, providente, ha dotado justamente ese órgano”. Y continúa (p 149) “No es correcto que tras su observación de la mujer el niño haya salvado para sí, incólume, su creencia en el falo de aquella. La ha conservado, pero también la ha resignado; en el conflicto entre la percepción indeseada y la intensidad del deseo contrario se ha llegado a un compromiso como sólo es posible bajo las leyes del pensamiento inconsciente”. De este modo, en el lugar del pene ausente y el interés suscitado por dicho órgano, se elegirá un sustituto a modo de fetiche “como signo del triunfo sobre la amenaza de castración”. Y más aún, Freud afirma que dicho destino aleja al perverso de la homosexualidad, ya que le preserva de la aversión suscitada por el órgano femenino.

Así Freud en La escisión del yo como proceso defensivo (1938), observa este hecho en el niño ante la amenaza de castración con dos reacciones contrapuestas: por un lado, reconoce el peligro real, lo que supone renunciar a la satisfacción pulsional, “asume la angustia ante él como síntoma de padecer y luego busca defenderse de él”, y por otro, desmiente la realidad objetiva y se instala “en la creencia de que no hay razón alguna para tener ese miedo a fin de perseverar así en la satisfacción”. Es como si dos versiones del niño, la perversa polimorfa y la neurótica pudieran convivir felizmente, aunque no gratis. El precio que se paga es el de una fractura, una transformación irreversible en el yo, y ambas reacciones contrapuestas permanecen como núcleo de una escisión del yo.

Freud dejó este trabajo sobre la escisión del yo inconcluso, y el tema aparece retomado en las últimas páginas de Esquema de Psicoanálisis (1940). Aplica la idea de la escisión del yo no sólo a los casos de fetichismo y las psicosis, sino a las neurosis en general. En definitiva, dice Freud, “el resultado nunca es perfecto, sin residuo” (Lacan dirá “no sin residuo”). ¿Qué hacer con ese residuo? Quedan ciertas cuestiones abiertas. En este sentido, Lacan encuentra su propia resolución, dicho en forma resumida: no hay escisión psíquica, sino sujeto del inconsciente; y la satisfacción pulsional que elude la castración es posible gracias al fantasma neurótico.

Continuará…

Sonia Riera

Socia de la sede de Madrid de la ELP

 Resonancia : Velada Intercomunidades de Cárteles de la ELP
¡LOCURAS ¡
¿Cómo se lee en cárteles las locuras de la vida cotidiana?

El día 27 de octubre tuvo lugar la Velada Intercomunidades de carteles de la ELP. Estas se desarrollaron de forma presencial desde las distintas sedes de la Escuela, que permanecieron interconectadas a través de zoom estableciendo así, una gran red de transmisión. Una cita para el encuentro, donde destacar el lugar preminente y vivo que ocupan los carteles dentro de la escuela. En palabras de Victoria Vicente:

“Una forma de promover el remolino, el soplo intercomunidades, intercárteles, intergeneraciones.  Una puerta abierta para conversar sobre lo que cada uno planteó en el interior de un cartel expuesto al descubierto para el debate entre todos.” Todo esto con el propósito de fabricar la vigencia del psicoanálisis en nuestra época.

Abriendo camino hacia el Congreso de la AMP “Todo el mundo es Loco” que tendrán lugar en febrero del 2024, este espacio de las Veladas estuvo dedicadas a las locuras. Los textos que fueron leídos son productos diversos y abiertos, ya que casi todos los carteles son de reciente constitución y aún no están cerrados. Carteles en curso que siguen, en la elaboración de un saber propio, abriendo así nuevas cuestiones para investigar, para interrogar.    

Repartidas en dos mesas, cinco cartelizantes tomaron la palabra desde distintas sedes. Esta actividad estuvo dinamizada por Blanca Cervera desde Madrid y Antonia de Miguel desde Vigo.

Los cartelizantes de la primera mesa:

1. Jesús Ugarte, “Todo el mundo es loco no todos psicóticos”

2. Antoni Vicens, “La angustia del analista”

Los cartelizantes de la segunda mesa:

1. Eva de la Fuente, “De creencias y Delirios”

2. Isabel Duran, “¿Todos criminales?”

3. Paloma Blanco, “Cómo la experiencia analítica permite hacer deconsistir el delirio

                                 universal.” 

Tras la lectura de los textos presentados en cada mesa se abrió un turno de palabras que condujo a preguntas de mucho interés. Productos que, una vez leídos, se ponen a dialogar encontrando puntos para el debate, abriendo diferentes caminos para disponerse a nuevas búsquedas. Recoger los detalles de las intervenciones es un imposible. Tomo solo algunos, aquellos puntos vivos que despertaron mayor interés y sobre los que versó una larga conversación.

Se habló sobre la elección del rasgo en un cartel y de cómo su elección se manifiesta como un empuje, pudiendo decirse que, en ocasiones, la elección se impone porque toca tal vez con algo de nuestro propio síntoma. De ahí que surja la pregunta: ¿Ese rasgo que empuja es un S1?

Al estar presente las locuras en cada una de las intervenciones se abrió una larga conversación sobre las estructuras. ¿Dónde están los Schreber? ¿Dónde las histéricas?  Preguntas que dan lugar a diferentes intervenciones, aportando alguna orientación: La estructura de la psicosis es mucho más sólida que las histerias. Los Schreber estaban porque se les daba la palabra, ahora, los psicóticos están escondidos detrás de la química. La psiquiatría actual no se angustia, sigue el protocolo. El protocolo como una maquinaria para no pensar, que resta responsabilidad. Algunos padecimientos actuales como la fibromialgia pueden señalar el lugar de las histéricas en cuyo cuerpo descubrimos las marcas de su síntoma.

Entonces, ¿Estamos asistiendo a una nueva clínica? Sin dudarlo la respuesta es: “Sí, el psicoanálisis siempre abre a una nueva clínica, porque no tiene lugar en lo universal. Este siempre, insiste, abre a lo nuevo, a lo no sabido”. El psicoanálisis esta hecho de lo que nunca encaja y a partir de ahí surge la pregunta que moviliza para trabajar con la palabra.

La despatologización, la angustia del analista, de cómo se pasa de analizante a analista y viceversa. Temas que siguen abiertos en cada uno de estos carteles que aún no han llegado a su fin. Habrá que espera.

Para finalizar, dejo abierta una pregunta que despertó todo mi interés, la pregunta de Julia: ¿Podríamos reconocer, solo a través de su lectura, fuera de todo contexto, que estos textos son productos de carteles y no de otro tipo de investigación o trabajo? Alguien respondió que sí, porque tienen una implicación subjetiva diferente.

Logo ELP Sede Madrid white

Suscríbete a nuestra newsletter

Recibirás la agenda de actividades así como las novedades de La Brújula. Una vez enviado el formulario de suscripción es necesario que confirmes tu email. Para ello, por favor haz clic en el email de confirmación que te llegará a tu email. Si no lo encuentras búscalo en el buzón de Notificaciones, Promociones, Correo basura o similar. Podrás cancelar tu suscripción cuando quieras. 

 

Política de privacidad

Ya casi estamos... recuerda que tienes que hacer clic en el email de confirmación que te acaba de llegar. Gracias

X