
Convocatoria
Espacio preparatorio de las XXll Jornadas de la ELP en Madrid
“Lo que hablar quiere decir”
“Que se diga queda olvidado tras lo que se dice en lo que se escucha” J. Lacan
Tras la primera presentación de nuestras próximas jornadas, a cargo de las directoras Paloma Larena y Constanza Meyer el 6 de junio, hemos querido titular el segundo encuentro preparatorio con este dicho de Lacan que se encuentra al menos en tres seminarios de los años 70. Va a ser, probablemente, unos de los dichos que presidirán estas jornadas y que dan cuenta, como veremos, del desarrollo de la cura analítica, marcando un giro en su enseñanza respecto al abordaje de lo real en juego en cada cura. Nuestras colegas nos ayudaran con sus intervenciones a iluminar una frase que contiene el decir, el dicho y la escucha analítica.
Intervienen:
Carmen Cuñat: De la enunciación al decir
Pía López Herrera: “Siempre enfadada”
Coordina: Marisa Álvarez
El encuentro tendrá lugar el martes 19 de septiembre a las 20.30h. en la sede de Madrid de la ELP
Comisión organizadora: Marisa Álvarez(responsable), Estrella Garrido, Violeta Conde, Mariam Martin, Blanca Medina(responsable),Concha Miguélez, Luisella Ross
Sonia Riera
Socia de la sede de Madrid de la ELP
“Eso que habla en nosotros”
“Todo ser hablante tiene un camino más esencial, único, que recorre mientras continúa siendo hablante, es el camino de su palabra. Pero el camino que le permanece invisible, inaudible, desconocido, es también la piedra de su camino de palabra”. El hueso del psicoanálisis, Jacques-Alain Miller, pág. 15
El lenguaje es la puesta en acto de la palabra. La palabra que resuena en el cuerpo del parlêtre horadándolo, produciendo la invasión de goce. El parlêtre queda entre los dichos, los enunciados, el estado y el lugar desde donde habla, la enunciación, lo que se dice y un decir ausente, escondido. Un decir que no se escucha porque queda opaco, sepultado. El decir es aquello que queda fuera de sentido. Una marca que ex – siste produciendo sus efectos. Así lo expresa Carmen Cuñat en su texto:
“El decir, necesita de un parlêtre que se comprometa con el acto de decir y un cuerpo en el que resuene el dicho.”
El analizante descubre, bajo transferencia, que los avatares de su vida son reductibles a ese efecto de un decir, que queda a la espera de que un dicho lo rescate. Eso que, porque se diga, se escuche y se olvide es el camino, una media verdad, una ausencia de sentido. Un camino de palabras que conduce al significante que marcó el cuerpo: lo real, el goce.
En ambos textos de las participantes de este espacio preparatoria para las Jornadas de la ELP queda manifiesto una nueva manera de abordar la interpretación analítica, una perla para el quehacer en la clínica: “Frente a la escucha no solo vale escuchar.” No hay que añadir más sentido al sentido. Lacan en su última enseñanza abre una nueva manera de la escucha y de las intervenciones del analista donde la dirección de la cura apunte a lo real, al goce de un decir. Se trata entonces, tal vez, de cómo conducir al paciente al enigma de su enunciación, que escuche algo en lo que dice. Así nos lo manifiesta en una de sus intervenciones en el caso que presenta Pía López: se trata de encontrar un dicho que subrayado por el analista abra una escansión que dé comienzo al análisis, se trata de realizar un corte en la pregunta del analizante que lo lleve a extrañarse del valor de sus palabras y de a qué lugar lo pueden conducir. Tal vez, a encontrar algo de la respuesta. Son las vueltas del decir y del dicho que conducen al equivoco, al malentendido. Eso que abre paso a lo más singular de cada analizante.
Por otro lado, nos dice Carmen Cuñat al hablar del decir en la psicosis. “La ética del psicoanálisis nos invita a no retroceder frente a la psicosis, aunque no vale cualquier cosa.” Así nos habla de su trabajo. Conocer a fondo los padecimientos del paciente para poder encontrar, cada vez, un decir que aleje al sujeto del paso al acto, del sufrimiento que hace que el suicidio permanezca siempre en su horizonte. Un empuje pulsional que aparece en el decir del paciente y que nos habla de su ser de goce. ¿Como apaciguar este empuje que no encuentra contención? Solo en análisis, bajo una transferencia que se sostiene en el decir del analista. Un analista que siempre está dispuesto a escuchar, a confiar en la palabra del paciente. El analista apuesta fuerte por el lazo que se sostuvo en un decir, donde se estableció algo que podríamos llamar, un pacto implícito. Escrito entre los espacios que dejan las palabras. Un hilo frágil que se sostiene en el rastro que deja la cadencia silenciosa de un decir. Palabras dichas en un acto analítico. Cito a Carmen: “Este decir o intervención del analista lo podemos situar como ex- sistente a todos los enunciados o dichos que se han manifestado a lo largo del tratamiento.”
Termino recordando un par de citas extraídas de la presentación de las Jornadas realizada por: Paloma Laredo y Constanza Meyer, directoras de las XXII Jornadas.
“Lo que hablar quiere decir invita a recuperar la sorpresa que anida en la emergencia de otro que habla en nosotros, de la experiencia de imposibilidad de hallar la palabra justa capaz de dar cuenta del malestar. Algo que siempre se escapa… En ese sentido, un psicoanálisis no es la aplicación de una teoría, sino un recorrido que invita a leer las marcas con la que se armó la propia hystoria.”