1º Secuencia: Síntoma y goce
Intervinieron:
- Hugo Lock: Psicosis y autismos
- Constanza Meyer: Una mujer síntoma de otro cuerpo
- Fabiana Pereira: El cuerpo y la comida como síntoma
- Luisa Torres: Des-nudos.
Moderó: Mercedes de Francisco
Una mujer síntoma de otro cuerpo
Por Constanza V. Meyer – Miembro de la ELP y de la AMP
“Dejemos el síntoma en lo que es: un acontecimiento de cuerpo (…) Una mujer, por ejemplo, es síntoma de otro cuerpo. Si no se da el caso, una mujer queda síntoma denominado histérico, (…), que solo le interesa otro síntoma: (…)”[1]
De esta cita de Lacan extraigo mi rasgo para seguir lo que puede leerse como la distinción entre el síntoma histérico, definido como síntoma de otro síntoma, y el síntoma de otro cuerpo en tanto propio de “una” mujer. A partir de este sintagma se abre asimismo la cuestión del goce femenino y evoca al Lacan de RSI que no dudaba en hablar de una mujer como síntoma de un hombre. Paso declinar, entonces, mi lectura.
El concepto de parlêtre inaugura una posible articulación entre significante y cuerpo en su vertiente real, a partir de la consideración de un goce imposible de eliminar y que se presenta como acontecimiento de cuerpo. La topología y la clínica nodal abren una vía para pensar qué función tiene el síntoma/sinthome en los arreglos posibles de cada ser hablante.
El parlêtre y la relación con su cuerpo se pueden pensar a partir del pasaje de un nudo borromeo de tres a uno de cuatro: RSI y el sinthome, como respuesta singular a la pregunta de cómo y por qué se tiene un cuerpo. Ni lo Simbólico, ni lo Imaginario alcanzan a dar cuenta por sí solos de la relación con el propio cuerpo. Nunca se está del todo seguro de tenerlo, por lo que ese tener debe verificarse permanentemente ya que los tres registros están habitados por un real que impide el acceso a cualquier consistencia.
El acontecimiento de cuerpo, el síntoma, ofrece un anudamiento al imaginario corporal. Como nos recuerda Lacan: “El parlêtre adora su cuerpo porque cree que lo tiene. En realidad, no lo tiene, pero su cuerpo es su única consistencia –consistencia mental, por supuesto, porque su cuerpo a cada rato levanta campamento.”[2]
Cuestión de cuerpos
Para Lacan existe una diferencia entre la manera en que un hombre y una mujer se hacen un cuerpo y subraya que ella se procura un imaginario corporal “a partir de otro cuerpo”.
En Freud el síntoma histérico es el cuerpo descompuesto que deja ver la inconsistencia del imaginario corporal femenino. Palabra encarnada en una parte del cuerpo afectada por el significante que da a leer la interpretación, el sentido que el inconsciente le ha adjudicado, Tal y como se ilustra en el caso de Elizabeth von R. Lacan señala que ahí puede observarse el rechazo del cuerpo en la histeria. Rechaza el cuerpo propio porque no quiere tenerlo, busca, más bien, una identificación a la imagen, resolviéndose por querer serlo.
Pero, ¿cómo puede declinarse este rechazo? Por un lado, se rechaza el cuerpo propio en tanto alteridad, ese cuerpo que puede ser Otro para el parlêtre. Por otro, el rechazo se ejerce sobre el cuerpo del otro, del partenaire, con el que se juega la partida que daría contingentemente acceso al goce Otro. En ambos casos se trataría de rechazar eso que Lacan denomina “ser Otra para sí misma”.
Hay finalmente otro rechazo del propio cuerpo que concierne a cierto extrañamiento que produce el embarazo en términos de la disyunción mujer-madre. Una dificultad a la hora de poder alojar un hijo, algo que se observa en algunas mujeres de nuestra época que no pueden quedarse embarazadas.
En el sintagma “síntoma de otro cuerpo” resuena, por último, lo que en el Seminario 22 era una mujer como “síntoma de un hombre”, aquella que puede servirse del cuerpo del partenaire para, contingentemente, alcanzar algo de la propia alteridad. Como bien señala Lacan en la conferencia Joyce el síntoma”, el análisis pudo asentarse en la experiencia por “las histéricas síntomas”, apuntando, tal vez, a que habría allí un devenir posible, nunca garantizado, de una mujer síntoma de otro síntoma a una mujer síntoma de otro cuerpo, de una posición histérica al consentimiento a la posición femenina.
*Trabajo producido en el cártel: El Sinthome. Cartelizantes: Blanca Cervera, Blanca Medina, Constanza Meyer y Mariana Valenzuela, Más Uno: Miriam Chorne.
[1] Lacan, J., “Joyce el síntoma” (1975) en Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 595.
[2] Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El Sinthome, Paidós, Buenos Aries, 2006, p. 64.
El cuerpo y la comida como síntoma
Por Fabiana Pereira.
A partir de mi interés por el tema del cuerpo y, principalmente de mi experiencia clínica, pude poner en acto mi deseo de saber formando un cartel, órgano base de la Escuela, como nos enseña Lacan. Este trabajo es fruto de una elaboración individual y solitaria, apoyada en un pequeño grupo. Parto de la clínica de los llamados trastornos alimentarios, patologías de la imagen corporal y del consumo de alimentos[1]. Contrariamente al discurso de la ciencia, el trastorno alimentario, para el Psicoanálisis, es sustraído de su falsa universalidad para ser interrogado en su función específica por cada sujeto, a la luz de la relación con su propio modo de goce singular. Partiendo de este principio, pregunto: ¿Qué comunican los cuerpos de estos sujetos que rechazan la comida, o aquellos que comen hasta que el cuerpo no puede más
El trabajo del caso por caso me lleva a pensar en una paciente con la queja inicial de que comía hasta no poder mas, quería poner freno a sus excesos que la devastaban, pero no sabía cómo. En algunos pacientes bulímicos es posible percibir que la ingesta de comida es como un acto que no tiene fin, en lo que el empuje a la pulsión oral insiste como un resto de real que no cesa de no inscribirse. Además de la compulsión con la comida, el sexo era nombrado como un vicio. Como se sabe, a la falta de amor el sujeto compensa con una satisfacción real, por medio del goce. En el momento que este sujeto pone a los hombres en el lugar de objeto de su goce, no hay espacio para el deseo, pues el goce no permite la relación con el Otro. Este sujeto sufre por no soportar la no relación sexual.
Las compulsiones serian formas de consuelos, una manera de colmar el vacio de la castración. Durante los tres meses de tratamiento su arreglo con la comida o con el sexo parecían no más satisfacer a esta sujeto que, poco a poco pasaba a cuestionarse respecto al fracaso en el amor. En lo que ella se interroga respecto al amor, abríase aquí un enigma, una posibilidad de división subjetiva, pero la paciente parece no soportar e interrumpe el tratamiento. Cosenza (2019) nos advierte que la angustia puede venir también bajo la amenaza de interrupción del tratamiento.
Así como en la toxicomanía, las dichas “auto terapias anoréxicas-bulímicas” funcionan como “auto terapias mortíferas”, en que no hay límite al goce. El psicoanálisis puede funcionar como una “alternativa a la angustia y a su atravesamiento”, a lo insoportable del real, taponado por la sustancia. En un sujeto neurótico seria “clausurar la división subjetiva” y en el psicótico, “compensar la fragmentación constitutiva”[2].
“La experiencia analítica atestigua que el cuerpo es producto del lenguaje, el psicoanálisis es una técnica de palabra y se constata que la palabra analítica incide sobre los síntomas[3]”. La dirección de la cura apuntaba al camino de dar lugar a la palabra para que algo de simbolización se produjera en lugar de los actings que ordenan al sujeto: ¡Goza!
Finalizo con una cita de Cristina Drummond (Escola Brasileira de Psicanálise/AMP), “a la imposibilidad de representar la diferencia entre los sexos como tal y a la alteridad del sexo y del goce que no pueden representarse por el lenguaje se presentan de manera cada vez más insistente en las soluciones singulares de los seres hablantes que producen síntomas para arreglarse con sus cuerpos y sus goces”[4].
*Trabajo producido en el cártel: Anorexia. Cartelizantes: Fabiana Pereira, Estela Canuto, Jesús Rubio. Más Uno: Graciela Sobral.
Referencias |
Cosenza, Domenico. La comida y el Inconsciente. España: NED, 2019.
Drummond, Cristina. X Jornadas da EBP/SP. “Psicanálise em ato”. Boletim Travessia 02. Textos Preparatórios.
Fuentes, Araceli. El misterio del cuerpo hablante. Barcelona, España: Gedisa, 2016.
Recalcati; Massimo. “O ‘demasiadamente cheio’ do corpo. Por uma clínica psicanalítica da obesidade. A fuga nas doenças impossíveis. Latusa. EBP, Rio de Janeiro.
[1] Massimo Recalcati
[2] Domenico Consenza, 2019, p. 31.
[3] Araceli Fuentes, 2016, p. 55, 56.
[4]Traducción Fabiana Pereira.
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